Bienvenidos a las Cataratas
del Iguazú
La experiencia de visitar las Cataratas del Iguazú y la impresionante energía que emana de los millones de litros de agua formando saltos de increíble belleza en medio de la selva es una de las mejores excusas para viajar y recorrer esta zona.
La Selva Atlántica o Mata Atlántica se extiende desde la costa de Brasil; partiendo desde el estado de Río Grande do Norte hacia Río Grande do Sul. Su extensión llega hasta el este de Paraguay y el Noreste de la provincia de Misiones en Argentina, y una pequeña porción se adentra a lo largo de la costa de Uruguay. Separada de las mayores áreas selváticas de Sudamérica, la Selva o Mata Atlántica posee una mezcla única y muy diversa de vegetación. Posee unas 20.000 especies de plantas, 40% de las cuales son endémicas.
Explorando las Cataratas del
Iguazú
Sin lugar a dudas las impresionantes Cataratas del Iguazú son la mayor excusa para visitar esta zona; sus impresionantes saltos de agua forman un verdadero complejo de cataratas de increíble belleza. Pero no solo se trata de esta maravilla; el Parque Nacional Iguazú ofrece incontables experiencias mientras se lo recorre. Esta selva subtropical de 67.620 hectáreas cuenta con más de 2000 variedades de plantas y alberga una variedad de fauna entre las que se incluyen más de 400 especies de aves y una amplia variedad de reptiles, anfibios y mamíferos como monos caí, corzuelas, agutíes, coatíes, zorros, pecaríes y hasta el impresionante yaguareté.
Los invitamos entonces a prepararse para una experiencia única para disfrutar de esta selva subtropical recorriendo el parque nacional y sus numerosas pasarelas, en paseos en kayaks, canoas, bicicleta y caminatas más allá de los senderos tradicionales.
Una divertida experiencia para llegar justo a la caída de los saltos! Empaparse de agua mientras se navega esta garantizado!
Y además ir con tiempo para tomar un café en el bellísimo hotel Belmond Das Cataratas.
Independientemente de la cantidad de veces que hayamos visitado Iguazú, siempre hay algo nuevo y que nos sorprende. La fuerza de la naturaleza hace vibrar el alma.
En la visita a las cataratas del lado brasileño no hay que olvidar hacer una parada en el Parque Das Aves, una interesante excursión que sorprende por su propuesta.
Dos de los recomendados en la zona son las visitas a las ruinas Jesuíticas de San Ignacio Mini y de camino pasar por Montecarlo y visitar alguno de los orquidearios en donde se cultivan estas exquisitas flores.
La ciudad es pequeña pero hay que recorrerla y disfrutar de algunas de las propuestas poco conocidas que tiene. Su costanera es una de las más bellas al atardecer.
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